perturbador. Porque al restituir la secuencia histórica el presente deja de percibirse como realidad inmutable y empieza a concebirse como “construcción”. Un presente que se pone en relación con su pasado no sólo socava los cimientos del “statu quo” sino que desnuda las responsabilidades individuales y colectivas del mismo e interpela a todos los actores sociales con su capacidad de transformación. A través de Esa extraña forma de pasión Susana Torres Molina se ha propuesto interrogar nuestro pasado. Y consigue que el teatro nos haga vivir un momento de necesaria inquietud.Patricia Zangaro














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